PROLOGA UN LIBRO
MUY CRÍTICO CON EL PRÓXIMO SÍNODO
(Catholic
Herald/Infocatólica) 23-8-2023
The Synodal
Process is a Pandora’s Box (El proceso sinodal es una caja de Pandora), escrito
conuntamente por José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue, presenta a los
lectores una serie de 100 preguntas y respuestas destinadas a informar al
público en general sobre un debate que, según ellos, ha estado «limitado en
gran medida a los iniciados» a pesar de su «impacto potencialmente
revolucionario», según relata Diane Montagna para el Catholic Herald.
En su prólogo, el
cardenal Burke, ex prefecto de la Signatura Apostólica, escribe:
«Se nos dice que
la Iglesia que profesamos, en comunión con nuestros antepasados en la fe desde
el tiempo de los Apóstoles, ser Una, Santa, Católica y Apostólica, ahora debe
ser definida por la sinodalidad, un término que no tiene historia en la
doctrina de la Iglesia y para el que no existe una definición razonable.
La sinodalidad y
su adjetivo, sinodal, se han convertido en eslóganes tras los que se esconde
una revolución para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia, de
acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia
siempre ha enseñado y practicado. No se trata de una cuestión puramente
teórica, pues la ideología ya se ha puesto en práctica, desde hace algunos
años, en la Iglesia en Alemania, difundiendo ampliamente la confusión y el
error y su fruto, la división -incluso el cisma-, con grave perjuicio para
muchas almas. Con el inminente Sínodo sobre la sinodalidad, es de temer, con
razón, que la misma confusión, el mismo error y la misma división lleguen a la
Iglesia universal. De hecho, ya ha comenzado a suceder a través de la
preparación del Sínodo a nivel local.»
Anunciado por el
Papa Francisco en 2021, el Sínodo sobre la Sinodalidad se está celebrando en
tres fases: local, continental y universal. En octubre comenzará la etapa
universal con la decimosexta Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los
Obispos, que reunirá a 300 obispos y laicos en el Vaticano. En 2024 se
celebrará una segunda asamblea. A principios de este año, el papa Francisco dio
un paso sin precedentes al conceder el mismo derecho de voto a los miembros
episcopales y no episcopales.
Publicado el 22 de
agosto en ocho idiomas, el mencionado libro responde de forma clara y concisa a
toda una serie de preguntas en torno a este controvertido acontecimiento.
Basándose en los documentos oficiales del Sínodo y en una amplia gama de
fuentes, los temas incluyen la naturaleza del Sínodo de los Obispos y los
cambios que ha introducido el papa Francisco, el proceso sinodal y si los
organizadores consultaron realmente al «Pueblo de Dios», así como el
significado de «sinodalidad», «escucha» e «inclusión», eslóganes repetitivos
utilizados en las conferencias de prensa del Sínodo.
El libro también
examina lo que los promotores del Sínodo consideran el «principal problema» de
la Iglesia, lo que su solución significaría para una Iglesia jerárquica y cómo
afectaría a la sagrada liturgia. A continuación, los autores examinan la muy
controvertida vía sinodal alemana y sus posibles ramificaciones para la Iglesia
universal. En concreto, analizan el impulso a la democratización de la Iglesia,
la ordenación de mujeres y lo que significa para sus promotores la «inclusión»
de los homosexuales en la Iglesia. Por último, examinan las reacciones a la
sinodalidad, si se llegará a un «compromiso a la romana» y qué tipo de Iglesia
surgiría si el proceso sinodal se llevara hasta sus últimas consecuencias.
La publicación del
libro se produce en medio de un creciente rechazo en los medios de
comunicación. El 14 de agosto, el diario francés Le Figaro publicó en portada
un largo y mordaz artículo del respetado periodista Jean-Marie Guénois, en el
que acusaba al Vaticano de avanzar sin tener verdaderamente en cuenta la
espiritualidad de los católicos franceses.
«La gente piensa
que la consulta que condujo al documento preparatorio fue tendenciosa, como una
maniobra para llegar a conclusiones escritas de antemano», dijo una fuente a
Guénois. Según el vaticanista francés, el nuevo documento de trabajo del
Sínodo, Instrumentum laboris, «ha provocado una agitación sin precedentes entre
los sacerdotes moderados y un buen número de obispos. Hasta ahora acríticos,
muchos están preocupados por el asalto autoritario y voluntarista de Francisco
a una reforma que consideran arriesgada y confusa. Esta nueva desconfianza
entre los moderados es global».
Tal agitación y
desconfianza no se verán apaciguadas por una reveladora entrevista reciente
concedida por uno de los nuevos miembros laicos con derecho a voto elegidos por
el Papa Francisco para el Sínodo de octubre: La laica suiza Helena
Jeppesen-Spuhler, que en junio presentó el documento de trabajo en el Vaticano.
Ella admitió abiertamente que está «a favor de la ordenación de mujeres», que
cree que «la cuestión LGBTQIA+ debe tomarse muy en serio» y que «¡es nuestra
última oportunidad!».
Según Diane
Montagna, los organizadores del sínodo han insistido en que no existe una
agenda oculta, pero la realidad de esa agenda está empezando a salir de esta
Caja de Pandora, junto con tantas otras cosas que el Cardenal Burke y muchos
otros temen que causarán un gran daño a la Iglesia y a las almas que está
encargada de salvar.