Juan Alberto Yaría
La Prensa,
27.08.2023
Hay una serie de
pasos que debemos seguir para entender la dinámica de un “rehén” que está preso
del consumo y de sus esclavizadores. Rehén de un químico y sus “sociedades
paralelas” y los caminos a seguir para su liberación. O sea, cómo lograr
superar una patología de la esclavitud.
1. El consumidor
de drogas “ama” lo que lo destruye; es ese “bombón” asesino del cual no puede
desprenderse. Es un “rehén” de un químico y de todo un ambiente de dealers,
“barras bravas” o de distintas “sociedades paralelas”.
2. En principio,
el consumidor voraz de sustancias no desea tratarse porque precisamente “ama”
lo que lo destruye. Paradojas de la abstinencia. Placer inicial, angustia
porque no se tiene más ese placer, abstinencia, vacío, más angustia, depresión
profunda porque todo lo que ingiere ya no surte efecto y al fin, suicidio.
Recuerdo un paciente que en su vacío depresivo va a las vías del tren y cuando
se ve frente al vagón salta porque piensa en sus hijos. Triunfó la vida. Hoy se
está recuperando.
3. Para ellos la
droga es su tratamiento. He visto pacientes con Epoc que aun así consumían. No
podían dejar ese “bombón” asesino.
4. Muchos, cuando
dejan durante un tiempo, conservan la ilusión de un consumo controlado, lo cual
es imposible porque hay una vulnerabilidad de todos los sistemas cerebrales y
psíquicos implicados que se activan rápidamente ante señales ambientales o
pensamientos de consumo.
5. En estos
momentos críticos el deseo del terapeuta y de su equipo es fundamental. Es
desde ahí donde se avivará o intentará avivar un deseo de sentido que se
contraponga al deseo de muerte. Desde estos lugares necesitamos iniciar un
largo camino de recuperación.
HISTORIAS DE VIDA
Jorge esta semana
me manda una foto en su nuevo empleo; una barbería en donde trabaja luego de
aprender en la comunidad terapéutica el oficio de barbero. Es un “rehén” que se
está liberando. Todavía recuerdo cuando una fría noche de invierno su madre desesperada
me pide un lugar de tratamiento, ya que iba a ser expulsado de donde estaba en
el Chaco. Le digo que lo traiga y al otro día viene y se inicia así un proceso
de liberación que está culminando en la estructuración de un plan de vida que
es el objetivo verdadero para una recuperación.
Se reencontró con
deseos de vida. Joven pero viejo consumidor de todo tipo de drogas hoy lucha
por estructurar una vida con sentido o, como diría Víctor Frank,l un sentido
para su vida.
Un paciente me
escribe su vivencia actual en una carta muy sentida que denomina: “la carta de
la despedida” en donde trata de separarse de ese amor suicida y me dice: “...se
presentó ante mí como una amiga fiel y me encontró en el fondo de una gran
depresión y me ayudó a salir. Me acompañaba donde iba y me dio una mano para
despegarme del colchón donde me encontraba postrado por cosas de la vida… me
obligaba a hacer cosas que no quería, pero igual las hacía. Me llevaba a
buscarla a lugares que ningún ser humano consciente se atrevería siquiera a
pensar en ir. Pero iba a buscarla porque siempre estaba escondida. Era muy
celosa, al principio me dejaba disfrutar de mis pares, pero al tiempo ni de los
afectos me dejaba disfrutar. Yo era solo para ella, alegrías tristezas,
dolores, todo se lo guardaba a ella. Pensaba que era feliz al lado suyo, pero
todo se tornaba muy oscuro. No me daba cuenta de que me estaba clavando un
puñal por la espalda; me robó los sentimientos, los amigos, hasta mi familia.
Me hizo tenerle desprecio a mi cuerpo. Lo que no pudo robarme era la voluntad
de desprenderme de ella. Hoy me encuentro luchando para poder desprenderme de
esa compañera de años. Pero me persigue hasta en sueños como una mujer
despechada” .
LA LIBERACION DE
LA ESCLAVITUD
Entender a un
paciente es comprender este drama de liberarse de una esclavitud. Mientras
tanto pasa por distintos momentos en donde el “esclavo” muestra:
A. Descontrol de
impulsos para encontrar la pócima de muerte con conductas violentas auto y
hetero-destructivas.
B. Pérdidas personales
significativas tanto financieras, familiares, laborales , legales.
C. Disfunciones
sociales e interpersonales con resultados académicos y laborales pobres.
D. Incapacidades
permanentes de mantener conductas sobrias.
E. Alteraciones
cognitivas con pobre evaluación de la realidad, falta de conciencia y de
introspección como de lectura de si mismo de lo que está realizando.
F. A veces la
intención de cambio surge por un deterioro de la salud (con varios pasajes por
terapia intensiva), presiones legales y/o presiones familiares con
intervenciones judiciales, en muchos casos movilizadas por vecinos debido a las
conductas delirantes en el propio edificio.
La terapia incluye
un cambios de estilo de vida absoluta:
A. el día es día y la noche, para dormir (está
todo alterado en el esclavo).
B. Mucha terapia y
llorar los traumas, abusos, duelos que están detrás de esa conducta suicida.
C. Recuperar las
ocho horas de sueño, ya que la “recarga” del sistema nervioso necesita como
mínimo ese descanso para recuperarse, ya que él vivía de noches y días eternos.
D. El combustible
fundamental es una alimentación balanceada que permita mantener niveles
adecuados de los neurotransmisores alterados después del “tsunami” adictivo.
E. Impulsar la
“oxigenación” cerebral tan dañada por el uso de drogas con actividades físicas,
caminatas y todo aquello que sirva para restaurar funciones dañadas.
F. Incrementar el
poder cerebral; cada nuevo conocimiento o actividad lo fortalece como cualquier
músculo cuando es activado.
G. Todo es un día
a día, ya que debés aprovechar el presente de hoy que el mañana se cuida solo
(aprender el momento).
H. Resolver los
problemas de a uno (superar la ansiedad que es típico de la vida del
consumidor)… paso a paso. I. No hay logro sin sacrificio, ya que no hay comida
gratis…todo se consigue con trabajo.
J. Recuerda de
dónde vienes para saber adónde vas (sacar experiencia de las consecuencias).
K. Estar alerta es
estar vivo.
L. Trabajar
intensamente la vida familiar por los daños que ha causado el consumo o por los
consumos intrafamiliares.
Lo que más nos
asombra a los que trabajamos hace años en la rehabilitación es que el
neuro-marketing (escala publicitaria ampliamente sostenida económicamente) les
hace creer que son libres si consumen y no se dan cuenta de que la plusvalía es
la cantidad de enfermos que promueven.
Juan Alberto Yaría
* Director general
de Gradiva - Rehabilitación en adicciones