primer país en incluir el derecho al aborto en su Constitución
(Agencias/InfoCatólica)
29-2-2024
Por un resultado
de 267 votos a favor y 50 en contra, el senado francés ha aprobado respaldar el
texto que la Asamblea Nacional votó el 30 de enero.
El lunes se
celebrará en Versalles un Congreso conjunto entre diputados y senadores donde
se modificará la Carta Magna y, al estar asegurada una mayoría de tres quintos
de los votos, se incluirá esta reforma constitucional.
En Francia, el
aborto es legal desde 1975 gracias a la ley impulsada por Simone Veil, una
figura política clave de la derecha francesa.
Macron, igualmente
un referente de la derecha política, no solo en Francia sino en toda Europa, se
ha salido con la suya. «Me comprometí a convertir en irreversible la libertad
de las mujeres a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo
inscribiéndola en la Constitución. El Senado ha dado un paso decisivo», ha asegurado
el presidente en la red social X.
Algunos políticos
conservadores habían introducido enmiendas al texto, pero no han salido
adelante. Como ejemplo, el presidente del grupo mayoritario del partido
conservador de Los Republicanos (LR), Bruno Retailleau, era partidario de
incluir en la Constitución el derecho a la cláusula de conciencia del personal
médico respecto a los abortos. No habrá dicha cláusula.
El ministro de
Justicia francés estaba también exultante: «Hemos escrito una página de la
historia de los derechos de la mujer. Este es un voto histórico. Seremos el
primer país del mundo en inscribir en la Constitución esta libertad para las
mujeres de disponer de su cuerpo», ha proclamado Éric Dupont-Moretti, encargado
de defender la reforma por parte del Ejecutivo.
Aunque ha
reconocido que en la actualidad el derecho al aborto no está amenazado en el
país, el ministro de Justicia considera «necesario» inscribir el aborto para
que «en el futuro ninguna mayoría pueda ponerlo en cuestión» y ha recordado los
casos de Hungría o Polonia, donde partidos conservadores han restringido el
derecho al aborto, advirtiendo que en el futuro puede suceder también en
Francia. Lo que no ha explicado es cómo se podría evitar tal cosa en el poco
probable hecho de que en dicho futuro hubiera una mayoría de diputados y
senadores partidarios de volver a cambiar la Constitución.