Memorando


 

Publicado en el blog de Sandro Magister “Settimo Cielo”, y firmado con el seudónimo de «Demos», circuló entre los cardenales desde el inicio de la cuaresma de 2022. Hoy ha sido confirmado que su autor fue el Cardenal australiano recientemente fallecido George Pell.

 

El Vaticano hoy

 

Los comentaristas de todas las escuelas, aunque por diferentes razones, con la posible excepción del padre Spadaro, SJ, coinciden en que este pontificado es un desastre en muchos o más aspectos, una catástrofe.

 

1. El sucesor de San Pedro es la roca sobre la que se edifica la Iglesia, una fuente grande y causa de unidad mundial. Históricamente, a partir de San Ireneo, el Papa y la Iglesia de Roma han desempeñado un rol único en la preservación de la tradición apostólica, la regla de fe, en garantizar que las Iglesias continúen enseñando lo que Cristo y los apóstoles han enseñado. Anteriormente el lema era: “Roma locuta. Causa finita est”. Hoy es: “Roma loquitur. Confusio augetur” [Roma habla. La confusión aumenta].

 

(A) El sínodo alemán habla de homosexualidad, de mujeres sacerdotes, de Comunión para los divorciados que se han vuelto a casar. Pero el papado calla.

 

(B) El cardenal Hollerich rechaza la enseñanza cristiana sobre la sexualidad. Y el papado calla. Esto es doblemente significativo, porque el cardenal es explícitamente herético; no utiliza palabras en clave ni alusiones. Si el cardenal continuara sin la corrección romana, esto representaría otra ruptura más profunda de la disciplina, con pocos (¿o ninguno?) precedentes en la historia. La Congregación para la Doctrina de la Fe debe actuar y hablar.

 

(C) El silencio es todavía más evidente, cuando choca con la persecución activa en perjuicio de los tradicionalistas y de los monasterios contemplativos

 

2. La centralidad de Cristo en la enseñanza se debilita; Cristo es desplazado del centro. A veces Roma parece hasta confundida sobre la importancia de un monoteísmo riguroso, al aludir a un cierto concepto más amplio de divinidad; no precisamente panteísmo, sino como una variante del panteísmo hindú.

 

(A) La Pachamama es idolatría, aunque quizás no se la entendía inicialmente como tal.

 

(B) Se persigue a las monjas contemplativas y se intenta cambiar las enseñanzas de los carismáticos.

 

(C) La herencia cristocéntrica de San Juan Pablo II en materia de fe y moral es objeto de ataques sistemáticos. Muchos profesores del Instituto Romano para la Familia han sido despedidos; la mayoría de los alumnos se han marchado. La Academia para la Vida está en grave desorden, por ejemplo, algunos de sus miembros han apoyado recientemente el suicidio asistido. Las Academias pontificias tienen miembros y expositores invitados que apoyan el aborto.

 

3. La falta de respeto a la ley en el Vaticano corre el riesgo de convertirse en un escándalo internacional. Estos problemas se han hecho realidad en el juicio que se está celebrando en el Vaticano contra diez acusados de negligencia financiera, pero el problema es más antiguo y más amplio.

 

(A) El Papa ha cambiado la ley cuatro veces durante el juicio, para ayudar a la acusación.

 

(B) El cardenal Becciu no fue tratado con justicia porque fue destituido de su cargo y despojado de su dignidad cardenalicia sin ninguna prueba. No recibió un juicio justo. Todo el mundo tiene derecho a un juicio justo.

 

(C) Como jefe del Estado Vaticano y fuente de toda autoridad legal, el Papa se ha servido de este poder para interferir en los procedimientos judiciales.

 

(D) A veces, por no decir a menudo, el Papa gobierna con decretos pontificios, motu proprio, que eliminan el derecho de apelar de los afectados.

 

(E) Muchos miembros del personal, a menudo sacerdotes, han sido despedidos precipitadamente de la curia vaticana, con frecuencia sin una buena razón.

 

(F) Las escuchas telefónicas se practican habitualmente. No estoy seguro de la frecuencia con la que se autoriza esto.

 

(G) En el juicio inglés contra Torzi, el juez criticó duramente a los fiscales del Vaticano, quienes o bien son incompetentes y/o han sido condicionados, impidiéndoles proporcionar el cuadro completo.

 

(H) La irrupción de la gendarmería vaticana al mando del doctor Giani en 2017, en la oficina del auditor Libero Milone en territorio italiano, probablemente fue ilegal y en todo caso intimidatoria y violenta. Es posible que las pruebas contra Milone hayan sido fabricadas.

 

4. (A) La situación financiera del Vaticano es grave. Al menos en los últimos diez años ha habido casi siempre déficits financieros. Antes del COVID estos déficits eran de unos 20 millones de euros al año. En los últimos tres años han sido unos 30-35 millones de euros al año. Los problemas se remontan a antes del papa Francisco y del papa Benedicto.

 

(B) El Vaticano se enfrenta a un fuerte déficit en su fondo de pensiones. Alrededor de 2014, los expertos de COSEA estimaron que para 2030 el déficit podría llegar a ser de unos 800 millones de euros. Esto fue antes del COVID.

 

(C) Se calcula que el Vaticano ha perdido 217 millones de euros en el edificio de Sloane Avenue, en Londres. En los años 80, el Vaticano se vio obligado a desembolsar 230 millones de dólares después del escándalo del Banco Ambrosiano. A causa de la ineficiencia y de la corrupción, el Vaticano ha perdido al menos otros 100 millones de euros en los últimos 25-30 años, y probablemente varios más, quizá 150-200 millones.

 

(D) A pesar de la reciente decisión del Santo Padre, los procesos de inversión no han sido centralizados (como recomendó COSEA en 2014 e intentó la Secretaría de la Economía en 2015-16) y siguen sin el asesoramiento de expertos. Durante décadas, el Vaticano ha tenido que tratar con financistas de mala reputación, evitados por todos los banqueros que son respetados en Italia.

 

(E) El rendimiento de las 5261 propiedades del Vaticano sigue siendo escandalosamente bajo. En 2019 el rendimiento promedio (antes del COVID) fue de casi 4.500 dólares al año. En 2020 fue de 2.900 euros por vivienda.

 

(F) El rol cambiante del papa Francisco en las reformas financieras (progresos incompletos, pero sustancialmente en la reducción de la delincuencia mucho menos exitosos, excepto en el IOR, en términos de rentabilidad) es un misterio y un enigma.

 

Inicialmente, el Santo Padre apoyó firmemente las reformas. Después impidió la centralización de las inversiones, se opuso a las reformas y a la mayoría de los intentos de desenmascarar la corrupción y apoyó al (entonces) arzobispo Becciu, en el centro del establishment financiero del Vaticano. Luego, en 2020, el Papa se volvió contra Becciu y finalmente diez personas han sido sometidas a juicio y acusadas. A lo largo de los años, se han iniciado pocos procesos penales sobre la base de informes de violaciones por parte de la FIA.

 

Los auditores Price Waterhouse y Cooper fueron desplazados y el auditor general Libero Milone se vio obligado a dimitir en 2017 por acusaciones inventadas. Se estaban acercando demasiado a la corrupción en la Secretaría de Estado.

 

5. La influencia política del Papa Francisco y del Vaticano es insignificante. Intelectualmente, los escritos papales muestran una declinación respecto a los niveles de San Juan Pablo II y del Papa Benedicto. Las decisiones y las políticas son a menudo “políticamente correctas”, pero ha habido graves fallas en la defensa de los derechos humanos en Venezuela, Hong Kong, China continental y ahora en la invasión rusa.

 

No ha habido ningún apoyo público a los fieles católicos de China, que han sido perseguidos en forma ininterrumpida por su lealtad al papado durante más de 70 años. No hay ningún apoyo público del Vaticano a la comunidad católica de Ucrania, especialmente a los greco-católicos.

 

Estos temas deberían ser revisadas por el próximo Papa. El prestigio político del Vaticano está ahora en un nivel bajo.

 

6. A un nivel diferente, menor, se debería regularizar la situación de los tradicionalistas tridentinos (católicos).

 

A un nivel aún más modesto, debería volver a permitirse la celebración de las Misas “individuales” y con pequeños grupos por la mañana en la Basílica de San Pedro. En este momento, esta gran basílica es de madrugada como un desierto.

 

La crisis del COVID ha encubierto el fuerte descenso del número de peregrinos que asisten a las audiencias y a las Misas papales.

 

El Santo Padre tiene escaso apoyo entre los seminaristas y los sacerdotes jóvenes y hay una desafiliación generalizada en la curia vaticana.

 

El próximo cónclave

 

1. El Colegio Cardenalicio se ha visto debilitado por los nombramientos excéntricos y no se ha vuelto a convocar desde el rechazo de las posiciones del cardenal Kasper en el consistorio de 2014. Muchos cardenales son desconocidos entre sí, lo que añade una nueva dimensión de imprevisibilidad al próximo cónclave.

 

2. Después del Vaticano II, las autoridades católicas han subestimado a menudo el poder hostil de la secularización, del mundo, de la carne y del diablo, especialmente en el mundo occidental, y han sobrestimado la influencia y la fuerza de la Iglesia católica.

 

Somos más débiles que hace 50 años y hay muchos factores que escapan a nuestro control, al menos a corto plazo, por ejemplo, la disminución del número de creyentes, la frecuencia de la asistencia a Misa, la desaparición o extinción de muchas Órdenes religiosas.

 

3. El Papa no tiene necesidad de ser el mejor evangelizador del mundo, ni una fuerza política. El sucesor de Pedro, como cabeza del colegio de obispos, que son también los sucesores de los apóstoles, tiene un rol fundamental para la unidad y la doctrina. El nuevo Papa debe comprender que el secreto de la vitalidad cristiana y católica proviene de la fidelidad a las enseñanzas de Cristo y a las prácticas católicas. No proviene de la adaptación al mundo ni del dinero.

 

4. Las primeras tareas del nuevo Papa serán el restablecimiento de la normalidad, el restablecimiento de la claridad doctrinal en la fe y en la moral, el restablecimiento del debido respeto al Derecho y la garantía de que el primer criterio para el nombramiento de los obispos sea la aceptación de la tradición apostólica. La competencia y la cultura teológica son una ventaja, no un obstáculo para todos los obispos y especialmente para los arzobispos.

 

Estos son los fundamentos necesarios para vivir y predicar el Evangelio.

 

5. Si las reuniones sinodales continúan en todo el mundo, consumirán mucho tiempo y dinero, desviando probablemente las energías de la evangelización y del servicio en lugar de profundizar en estas actividades esenciales.

 

Si se da autoridad doctrinal a los sínodos nacionales o continentales, tendremos un nuevo peligro para la unidad de la Iglesia mundial, puesto que, por ejemplo, la Iglesia alemana ya tiene posiciones doctrinales que no son compartidas por otras Iglesias y no son compatibles con la tradición apostólica.

 

Si no hay una corrección romana de tales herejías, la Iglesia quedaría reducida a una vaga federación de Iglesias locales, con visiones diferentes, probablemente más cercana a un modelo anglicano o protestante que a uno ortodoxo.

 

Una de las primeras prioridades para el próximo Papa debe ser eliminar y prevenir un desarrollo tan peligroso, exigiendo la unidad en lo esencial y no permitiendo diferencias doctrinales inaceptables. La moralidad de la actividad homosexual será uno de estos puntos críticos.

 

6. Aunque el joven clero y los seminaristas son casi en su totalidad ortodoxos, a veces bastante conservadores, el nuevo Papa deberá ser consciente de los cambios sustanciales que se han producido en el liderazgo de la Iglesia desde 2013, quizá especialmente en América del Sur y Central. Hay un nuevo salto en el avance de los protestantes “liberales” en la Iglesia Católica.

 

Es poco probable que un cisma provenga de la izquierda, donde no suele haber drama por cuestiones doctrinales. Un cisma es más probable que venga de la derecha y siempre es posible cuando las tensiones litúrgicas se inflaman y no se amortiguan.

 

Unidad en las cosas esenciales. Diversidad en las no esenciales. En todo la Caridad.

 

7. A pesar de su peligrosa declinación en Occidente y de su inherente fragilidad e inestabilidad en muchos lugares, debería considerarse seriamente la viabilidad de una visita apostólica a la Orden de los jesuitas. Su descenso numérico es catastrófico, ya que han pasado de 36.000 miembros durante el Concilio a menos de 16.000 en 2017 (con probablemente el 20-25% de ellos mayores de 75 años). En algunos lugares, también hay una declinación moral catastrófica.

 

La Orden está altamente centralizada, susceptible de ser reformada o arruinada desde arriba. El carisma y la contribución de los jesuitas han sido y son tan importantes para la Iglesia, por eso no se debe permitir que desaparezcan sin más de la historia o que se reduzcan simplemente a una comunidad afroasiática.

 

8. Se debe afrontar el desastroso descenso del número de católicos y la expansión de los protestantes en Sudamérica. Esto se mencionó muy poco en el sínodo sobre la Amazonia.

 

9. Obviamente, se debe trabajar mucho en las reformas financieras del Vaticano, pero éste no debería ser el criterio más importante a la hora de elegir al próximo Papa.

 

El Vaticano no tiene deudas importantes, pero los continuos déficits anuales finalmente lo llevarán a la quiebra. Es obvio que se tomarán medidas para remediarlo, para separar al Vaticano de los cómplices criminales y equilibrar los ingresos y los gastos. El Vaticano tendrá que demostrar competencia e integridad para atraer donaciones consistentes que ayuden a resolver este problema.

 

A pesar del mejoramiento de los procedimientos y una mayor transparencia, las continuas dificultades financieras constituyen un gran desafío, pero son mucho menos importantes que los peligros espirituales y doctrinales que la Iglesia debe afrontar, especialmente en el Primer Mundo.

 

Demos, Cuaresma de 2022


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