Desaparecidos


Con indemnizaciones en la mira, se refuerza discurso oficial



por  María del Pilar Viqueira


La cifra oficial del Estado Argentino sobre desaparecidos durante la última dictadura (1976-83) la estableció la Conadep, que documentó y contabilizó 7.954 casos.

En 2016, cuando ya desde hace varios años, impulsados por el ideario de Néstor Kirchner y de sus funcionarios, algunos sectores insistían con que, por razones simbólicas, lo correcto era afirmar que fueron 30 mil, Graciela Fernández Meijide, que integró aquel comité, reavivó el debate sobre el tema al declarar que esa cantidad “fue un invento de los exiliados en España”.

Un par de años después, la mujer desafió nuevamente el dogma de las orgas de DDHH que se mimetizaron con el Estado a partir de 2003: puso en duda la cantidad, denunció el uso político de los derechos humanos durante el kirchnerismo y recordó el escaso interés de los Kirchner en la materia antes de llegar a la Rosada.
“Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro”, disparó.

En ese sentido, recordó que se empezó a investigar durante la dictadura y que cuando volvió la democracia y se puso en marcha la Conadep, por un tema de infraestructura, casi todos los organismos remitieron su parte documental. “En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados”, precisó.

Fernández Meijide, madre de Pablo, que desapareció a los 17 años, recordó que “desde la historia y desde el periodismo de investigación se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que acerque a la verdad”. “Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados”, dijo, y opinó que la “generalización de 30 mil” es irrespetuosa.
A la activista díscola su visión honesta de la historia le valió agresiones e injurias por parte de los referentes del relato oficial.

Ahora, el presidente de la Nación analiza reforzar la protección del discurso de sus organismos aliados, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, e impulsar una norma para penalizar a quienes cuestionen el relato oficial adoptando el “modelo francés”, que impide cuestionar públicamente el número de víctimas del Holocausto.

La idea surgió en París, cuando María Laura Stirnemann, de la asociación HIJOS en Francia, le propuso replicar la legislación de ese país.
La novedad llega luego de que, en noviembre de 2019, las indemnizaciones por represión ilegal quedaran otra vez en la mira.

Dos violentos episodios que se registraron en Córdoba durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón figuran entre los 13 hechos citados en un nuevo reclamo para obtener precisiones.
La demanda la presentó el periodista José Luis D’Angelo, autor del libro “Mentirás tus muertos”, y quedó radicada ante el juez Federal Ariel Lijo.

El primer caso sucedió en agosto de 1975 e involucra a Hugo Therisod, alias “Roque”. Ese día, una unidad de combate del ERP atacó en forma simultánea la División Informaciones, el Comando Radioeléctrico y el edificio de la Guardia de Infantería de la Policía provincial. Como consecuencia de la emboscada seis personas perdieron la vida: cinco uniformados y Therisod.
Aunque la revista Estrella Roja publicó un artículo en el cual elogió el compromiso de “Roque” con la revolución socialista y “su odio a la policía y demás fuerzas represivas”, sus herederos recibieron la indemnización correspondiente a las víctimas del terrorismo de Estado: casi cien mil dólares.

El segundo hecho ocurrió en septiembre de 1975, cuando un comando del ERP asaltó a un camión de caudales y los custodios del rodado y efectivos de la policía provincial se enfrentaron a tiros con los guerrilleros. Como consecuencia, murieron Nora Marquardt (alias “Sargento Clara”) y dos empleados de seguridad.

25 años después, los deudos de la mujer abatida, a quien se catalogó como víctima del terrorismo de Estado, cobraron más de 170 mil dólares.
En su planteo, D’Angelo alega que los casos de “Roque” y la “Sargento Clara” se enmarcaron en una serie de maniobras que, invocando las leyes reparatorias, posibilitaron defraudar al Estado.
Además, sostiene que se han abonado resarcimientos por decesos de guerrilleros ajusticiados por su propia organización (por “traidores”) o que murieron por impericia al manipular explosivos.

En el último grupo figura Adriana Kornbliht (alias “la Turca”), quien falleció mientras intentaba colocar una bomba en la comisaría de Monte Chingolo, en la provincia de Buenos Aires, en marzo de 1977, y cuyos familiares recibieron 116 mil dólares en 2007.

No fue la primera vez que se pusieron en tela de juicio resarcimientos cobrados por deudos de guerrilleros.
En junio del año pasado, ex titulares de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fueron denunciados por presunta defraudación a la Administración pública y falsedad ideológica, a raíz del supuesto otorgamiento espurio de indemnizaciones destinadas a víctimas de la dictadura.

Jovina Luna, hermana del conscripto Hermindo Luna, asesinado el 5 de octubre de 1975 en el Regimiento de Infantería de Monte 29, en Formosa, durante un ataque de la organización armada Montoneros, que dejó como saldo 13 abatidos, denunció que los derechohabientes de nueve de ellos recibieron dinero merced a encuadres apócrifos.

“Las maniobras delictivas consisten en la registración oficial de casos falsos de víctimas de la represión ilegal del Estado, con el objeto de que sus causahabientes y otros partícipes cobraran indebidamente del Estado millonarias indemnizaciones que afectaron gravemente al erario público al amparo de la Ley 24 411”, planteó Luna.

Los ex funcionarios que mencionó la actora se desempeñaron entre 1995 y 2015: Alicia Pierini (1991-1997), Inés Pérez Suárez (1997-1999), Diana Conti (2000-2003), el fallecido Eduardo Luis Duhalde (2003-2012) y el cordobés Martín Fresneda (2012-2016).

Fuente: Diario Alfil, 7-2-2020